jueves, 17 de junio de 2010
Solo por hoy (y un par de días más)
El primer gol...
Corea, se destapa y algunos, se agarran la cabeza. Sufren. 2 a 1. El Kun estaba por llegar...Terminó el partido. Las opiniones, ya iban variando...
Solo por hoy
La ventaja de mirar el mundial de fútbol solamente como un mundial de fútbol, sin fanatismo extremo, puede permitirle a uno relajarse y divertirse mientras los jugadores de los equipos suben y bajan por toda la cancha detrás de la redonda, al son de las vuvuzelas que no paran de tronar y además, cuando el calor de la pasión futbolera va en aumento, se puede aprovechar para sacar la vista de la pantalla para observar y escuchar a los hinchas que se dieron cita en este bar.
Algunos se miran todo,hasta las repeticiones de las repeticiones; otros, solo le dedicamos este privilegio y estas dos horas al equipo argentino, del que en mi caso en particular, solo supe los nombres conforme avanzaba el primer partido contra Nigeria y ahora más ducha, (y empapada), después de la goleada a Corea del Sur, siento que el argentino vuelve a sorprenderme y esta vez, por su inclaudicable capacidad de ir cambiando de opinión, según el corazón, según su incontenible pasión futbolera.
Hasta ayer, al Pipita (Higuaín)se lo querían comer. Con lo que se erró en el primer partido, los habitantes desaforados del café se ve que se la tenían jurada. De una, contra Corea, la primera que pifió ya le pedían a Maradona que lo saque: “¡A éste por qué lo deja, van todas a fuera…van...”. Hasta que los vacunó a los coreanos con la trivalente y con eso, van a estar cubiertos para varios inviernos.El y nosotros.
Otra: cuando el pobre de Demichelis se puso a limarse uñas y se la mandaron a guardar (a la pelota junto con la lima en el arco del también pobre de Romero, que estaba contando las vuvuzelas),el panorama era negro. Pasaban los minutos y no remontaba la selección nacional hasta que llegó él. El Kun. Ahí, fue otra cosa y todo cambió y así, en cada corrida, los jugadores argentinos pasaban en los mismos diez metros, de nabos a genios, de giles a ¡qué mostro, hermano! Y eso por evitar escribir aquí, una sarta de groserías propinadas a los muchachos de acuerdo a las habilidades o no, demostradas en cada picada, pase o tiro libre.
Y así cambiante, es esto del fútbol y sus hinchas, sus comentaristas y periodistas. Se van dando vuelta según les mande la pasión por el gol hecho o el deshecho contra el palo o perdiéndose apenas sobre el travesaño (el del arco) o en la lejanía de la ruidosa tribuna de estos increíbles sudafricanos que estaban a full, con Argentina.
El periodista encargado de comentar el partido, sin ir más lejos, durante el primer partido contra Nigeria se cansó de pedirle a los jugadores del equipo albiceleste que “se la den a Messi, ¡por favorrrr!”, pedía. Como otros, hoy festejaba además del triunfo, que el equipo no es “Messi dependiente”. ¿En qué quedamos?
Cosas del fútbol. Corriendo los últimos minutos y ya con el triunfo en la bolsa, este periodista destacaba la “viveza del entrenador” por ver con claridad la hora del cambio cuando lo puso al padre de su nieta. Hasta su llegada, el partido estaba duro de parir.
Pasaron los minutos, los goles para Argentina y entonces, el comentarista estaba tan contento, que hasta perdonó a Demichelis por el arrebato sufrido, que se convirtió en el único gol de Corea. Tampoco le importó, como el otro día, que los argentinos entrenaran poco durante la concentración previa y de acuerdo a la táctica del preparador físico.Esta cuestión fue criticada duramente en el primer encuentro, cuando nuestros jugadores trataban de emparejarle el tranco a los nigerianos: “ Y, sí. Es que este partido es el primer entrenamiento en serio de la selección argentina, pssss”, decía y agregaba “y eso ahora se nota…”.
Pero ya está. Ya no se nota, parece. Ahí fue donde sospeché que mi conocimiento futbolístico, es bastante pobre. Para mí, la verdad, el primer partido había sido ¡genial! Los bombazos y ataques al área contraria, aparecían por doquier.
Argentina, el equipo que no jugaba a nada, que cuando le hizo cinco a Canadá en un amistoso previo “no le había ganado a nadie”, de pronto, es un gran equipo.
Ahora, con el éxito y el exitismo a cuestas, todos se preguntan qué va a hacer Toti Pasman, el periodista que meses atrás y en conferencia de prensa, provocó comentarios un tanto vulgares de parte de Diego Maradona, hoy resumidos en Twitter como “#LTA”.
Así es señores. Vamos bien pero Dios me libre y guarde si esta eficacia, esta mentalidad de equipo, si esta viveza del entrenador, si esta racha ganadora, esto o aquello, dejara de resultar. Queremos ganar. Nada de jogo bonito ni toda esa tontería.
-“Ya metimos el segundo (partido)" dijo uno que salía del bar poniéndose la campera, como si él hubiera transpirado la camiseta allá arriba, en la pantalla. Eso sí, sufrió la gota gorda aunque sin moverse de su silla salvo para festejar los goles. “Vamos Argentina campeón, qué merda…che -siguió-. Grande el Pipita ¿eh? Menos mal que al final lo convocó, no? Bueno, chau, nos vemos, chau…”, dijo separándose del grupo, rogando, contento y con el puño cerrado y lleno de alegría. Bien lleno. Ya no necesitaba nada más, pero solo por hoy y un par de días más.
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1 comentario:
Y es que lamentablemente el argentino es así. ¿Cuántos ahora se acuerdan de Del Potro, o de Las Leonas? En cuanto les empiece a ir mal, van a volver a ser unos nabos, y cuando les vaya bien, otra vez re capos.
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