Vistas de página en total

martes, 27 de abril de 2010

Feria, trapitos y todo por diez pesos...


Luego de algunas perdidas y varias vueltas, terminé finalmente estacionando muy cerca de la entrada de la Feria del Libro. Fueron suficientes un par de maniobras y unos pocos minutos, para que presuroso, se acercara uno de los tantos trapitos que andan por las calles de la ciudad.
- Buen día, doña.
- Buen día y hasta luego...
- Ah, sí, hasta luego pero me tiene que pagar ahora.
- ¿Ahora? Bueno, no sé por qué le tengo que pagar pero en todo caso, lo haré cuando me vaya, si es que usted todavía está...
- No, no, me tiene que pagar ahora.
- ¿Porqué?
- Porque ahora me vienen a buscar la recaudación.
- ¿Quién viene a buscar la recaudación?
- ...(el trapito se encoge de hombros y con la mirada, serena, me pide que no indague, supongo que por él y por mí).
- Ah...bueno, dije entendiendo enseguida, busco en mi bolsillo y le doy cinco pesos.
- No, son diez pesos.
- No, no le voy a pagar diez pesos, le voy a pagar cinco...
- Okey, págueme cinco nomás, dijo, mientras se alejaba agachando la cabeza.
Cerré el auto y empecé a caminar. Hago unos cuantos pasos y me encajan una escarapela y me piden una colaboración de diez pesos, ya no me acuerdo bien para qué. No, le dije, quisiera colaborar pero con un poco menos. Busqué en mi bolsillo de atrás y saqué unos billetes de dos, unos de cinco y unos pocos de diez.
- Ahí tiene uno de diez, me dijo la señora que miraba atenta mis billetes.
Hago caso omiso, le doy cinco. La señora pone cara de tuje y se va y yo también.
Entro a la Feria. Son doce pesos. Recorro. Miro, me deleito y me compro tres libros de Felix Luna. Cinco pesos cada uno. Al rato largo, salgo. No está la señora. No está el trapito. Cosas de todos los días, nomás.

1 comentario:

Gretel dijo...

Tenés suerte de no haberte encontrado con el parabrisas hecho pedazos por no haberle pagado los 10 pesos que quería :P
Pero sí, son de terror. Se supone que la vía pública es, bueno... pública. Y que uno no tiene por qué pagar para estacionar en un lugar que se supone es gratuito, para eso están los estacionamientos.