Vistas de página en total

martes, 15 de mayo de 2012

Miradas

Me siento al borde en la noche y con el viento en la cara. Con el silencio del agua, que escurre sonora por la proa, rumbo al destino de la humanidad: la tierra, a donde siempre volvemos, para poder pisarla. Y allí está, acompañándome a lo largo de la travesía. Iluminada por el hombre, pero solo porque es de noche. Pienso en lo que veo y creo, que tengo certezas. Sin embargo, al llegar y al día siguiente, me lleno de dudas. Lo que creí redondo eran rayas.

No hay comentarios: