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miércoles, 6 de abril de 2011

Una familia con planes















Era pleno verano y volvíamos de Paraguay, sin apuro, recorriendo y disfrutando de los paisajes y el camino. En Corrientes, cerca de Bella Vista, quisimos aprovechar los últimos mangos (la fruta, la que da el árbol, no esos que tanto escasean hoy día y mandan en nuestra economía) y fue así que al ver este carrito cargado de frutos a la orilla de la ruta, decidimos parar.
Como no había nadie a la vista, entramos a la pequeña chacra donde por supuesto, el primero que salió a recibirnos fue Simón, el perro, un ovejero belga que en realidad, se hacía el malo pero por las dudas, sólo hasta que olfateó que llegábamos en son paz.
Allí conocimos a la familia de Antonio. A su mujer y a su hija Julieta.
Antonio y su mujer son hoy propietarios de una pequeña porción de tierra, que pudieron comprar luego de arrendar muchos años y trabajar duro, día tras día.
Sus otros tres hijos están estudiando en Buenos Aires. Julieta va a la escuela en Corrientes.
"Por su educación, es que vale la pena cualquier esfuerzo" nos dice Antonio. La mujer, que escucha atenta, agrega: "No quiero que mis hijos tengan la vida de sacrificio que nosotros dos hemos tenido". Antonio y su mujer trabajan la tierra y venden la producción que obtienen. Además, cultivan tabaco y se encargan también, de todo el proceso de secado.
Pero Antonio se lamenta: "la gente fuma menos, ¡si no se puede fumar en ningún lado ahora! Está bien,ya sé, fumar es malo para la salud pero cada uno elige si quiere fumar o no. ¿Y hay vicios peores ¿No?",se consuela y se dfiende, sin que le hayamos dicho nada. Claro, se trata de su sustento.
A Julieta le gusta la chacra pero también se irá a estudiar a Buenos Aires cuando termine el colegio. "Quiero hacer una carrera", asegura aunque muestra orgullo de sus padres que con el oficio de agricultores, productores mínimos, sacan la economía y la familia adelante.
Qué linda su hija, le digo a su mamá cuándo nos íbamos. "Sí,es muy linda. Es la mezcla del indio con el europeo. Yo soy la india, aclara y se sonríe apenas. Se ve que la risa, no es un recurso del que abusa. Pero además, de también ser su rostro muy bello como el de su hija, se adivina buena gente. Seria y cortés. Tienen don de gente.
Nos despedimos luego de hacer estas fotos.Las voy a subir a mi blog les dije. Pero no les di el link ni ellos me lo pidieron. Qué lástima.
Seguimos nuestro camino, nos quedamos pensando acerca de tantas familias que desde el interior, llegan y se hacinan en el conurbano, probando (mala)suerte.
Lástima, que no haya políticas destinadas al arraigo de la gente que trabaja, a apoyar el esfuerzo, la unión. A apoyar a la familia. Pero no con planes trabajar. Si no, con trabajo para que puedan hacer,como esta familia, planes.

1 comentario:

Alan dijo...

Muy interesante! Y también reconfortante, el saber que existe mucha gente que todavía cree en el esfuerzo. Y muy cierto lo último que decis, faltan políticas para evitar el desarraigo, y un cambio de pensamiento respecto al rol de la pcia de Bs As. Tenemos el privilegio de tener belleza y riqueza en todas las provincias, es una pena tanta falta de planificación estratégica.